A muchos otros "LAPICES DE DIOS" diseminados por el mundo, anónimos servidores de Dios que como Santa Teresa de Calcuta nos enseñan a imitar el Espíritu de Jesús. Dedico este espacio al Padre Osvaldo Ramirez, sacerdote escolapio, que me enseñó -en medio de mis cruces- que podemos ser "amigos de la Cruz" sirviendo a Dios, pues no hay privilegio mas hermoso para un verdadero cristiano. No solo basta decir:-"Yo Creo", mas bien hay que demostrarlo en los valores de la caridad, el servicio, la oración, la confianza y la misericordia de Dios...
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LA MISERICORDIA DE DIOS


"Mira que estoy a la puerta y llamo..." (Apocalipsis 3, 20)

Es verdad. Estoy a la puerta de tu corazón, de día y de noche. Aún cuando no estás escuchando, aún cuando dudes que pudiera ser yo, ahí estoy: esperando la más pequeña señal de respuesta, hasta la más pequeña sugerencia de invitación que Me permita entrar. Quiero que sepas que cada vez que me invitas, yo vengo siempre, sin falta. Vengo en silencio e invisible, pero con un poder y un amor infinitos, trayendo los muchos dones de Mí Espíritu. Vengo con Mi misericordia, con Mi deseo de perdonarte y de sanarte, con un amor que va más allá de tu comprensión. Un amor en cada detalle, tan grande como el amor que he recibido de Mi Padre ("Yo los he amado a ustedes como el Padre me ama a mí..." [Jn. 15,10]). Vengo deseando consolarte y darte fuerza, levantarte y vendar todas tus heridas. Te traigo Mi luz, para disipar tu oscuridad y todas tus dudas. Vengo con Mi poder, que me permite cargarte a ti: con Mi gracia, para tocar tu corazón y transformar tu vida. Vengo con Mi paz, para tranquilizar tu alma". Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él. La felicidad espera por aquellos que lloran, aquellos que han sido lastimados, aquellos que buscan, aquellos que tratan. Solo ellos pueden apreciar la importancia de las personas que han tocado sus vidas. No puedes ir feliz por la vida hasta que dejes ir tus fracasos pasados y los dolores de tu corazón. Las personas más felices no siempre tienen lo mejor de todo. Solo sacan lo mejor de todo lo que encuentran en su camino. Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo aquella puerta que se cerró que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros. No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero tampoco sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos. Espero que tengas suficiente felicidad para hacerte dulce. Suficientes pruebas para hacerte fuerte. Suficiente dolor para mantenerte humano. Suficiente esperanza para ser feliz.

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