NUEVO LIBRO "VEN Y SE MI LUZ"
(basado en las cartas personales de la Madre Teresa)
La Madre Teresa era una persona que fascinaba y todavía fascina a mucha gente en todo el mundo, era una persona muy conocida y muy admirada, pero aún así, fue capaz de esconder su vida más íntima en lo que concierne a su relación con Jesús. Gracias a los sacerdotes y arzobispos jesuitas de Calcuta, cuando hemos empezado la causa de canonización de la Madre Teresa, en el año 1999 tuvimos que empezar a recoger documentos, tuvimos que ir a los archivos de los jesuitas y del arzobispado de Calcuta. Cuando nos entregaron las cartas que había allí, es cuando hemos descubierto que había cosas que ni siquiera las Hermanas más cercanas a ella conocían. Y por estas cartas podemos entender o ver mejor como fue la Madre antes de la Fundación de las Hermanas y podemos ya conocer mejor la profunda relación que tenía con Jesús.
Ella misma no quería que estas cartas se dieran a conocer ni se publicaran, pero los jesuitas han entendido, que su experiencia no fue una experiencia simplemente para ella, la Iglesia nos enseña que el carisma (la gracia que un fundador o una fundadora recibe) es más para los demás, para la Iglesia, que para ella misma.
Pensando en el futuro de la Congregación, se creyó que era mejor conservarlas, y teniendo en cuenta que la Madre Teresa hoy es Beata y que será Santa en un futuro, vemos que el legado que la Madre Teresa ha dejado no es solo para la familia de las Misioneras de la Caridad, sino para el bien de la Iglesia.
Se ha publicado este libro recientemente "Ven y se mi luz", cuyo título son las mismas palabras que Jesús le dijo a la Madre en el año 47, pero antes de hablar de este periodo de su vida, hay 3 aspectos que las cartas nos revelan y como muestran que ya siendo Hermana del Loreto estaba ya muy avanzada en la vida espiritual.
En el año 42, cuando la Madre estaba todavía en Loreto, 5 años después de sus votos finales, cada año en su retiro anual tenía la práctica de darle algo especial a Jesús y ese año hizo el voto de "no negarle nunca nada a Dios", bajo pena de pecado mortal. O sea que, si ella no lo cumplía, la consecuencia sería separarse de Dios, y era tal el amor que le tenía que hizo ese voto.
Cuatro años después, en el tren de Calcuta a Darjeeling recibió la inspiración para empezar esta obra para los más pobres de entre los pobres. Antes no sabíamos nada de los detalles de lo que pasó en ese día y en estas cartas nos dicen que empezó el 10 de septiembre, Jesús le habló, fue una locución interior, no escuchó las palabras de Jesús como desde fuera, pero en su interior escuchó estas palabras de Jesús con su voz.
Le pidió salir del Loreto y empezar su trabajo con los más pobres de entre los pobres. Ella escribió después notas de todo esto y las cartas que ella escribió al Arzobispo de Calcuta en enero y diciembre del 47. En estas cartas podemos leer el diálogo entre Jesús y Madre Teresa, y las primeras palabras que Él le dice se refieren al voto que ella hizo años atrás "¿No me vas a negar esto a mi? Te estoy pidiendo esto...no te vas a negar a hacer esto por mi".
Ella obviamente, no se podía negar a hacer lo que seguro era la voluntad de Dios, entonces Jesús estaba hablando con la Madre Teresa, no solo ese día 10 de septiembre, sino que continúo durante varios meses, y las últimas palabras fueron en agosto del 47. Entre esas palabras encontramos el siguiente texto:- "Ven se mi luz, no puedo ir solo, ellos -los pobres- no me conocen, y por lo tanto, no me quieren. Tú, llévame con ellos, deseo entrar en sus tugurios, en sus oscuros e infelices hogares"-
Y por eso en septiembre del 47 y durante 6 meses, la Madre Teresa experimentó una unión mística con Jesús, cuando tenía solo 36 años. Años más tarde escribió a uno de los jesuitas diciendo:-"Simplemente, Él se me manifesto en plenitud"-. Y también, su confesor, el Padre Van Exem escribió al Arzobispo de Calcuta diciendo que "la Madre tenía una continúa, profunda e intensa unión con Dios". Ella habló ya en Loreto durante dos años, de la oscuridad: la noche oscura es aún necesaria para llegar a esta unión total con Dios.
Y eso es algo muy normal, Madre Teresa después de esta noche oscura, experimentó un terrible sentido de pérdida, soledad, sentía que Jesús ya no la quería y ella deseaba amar a Jesús con todo su ser y con todo su corazón, siguiendo a Sta. Teresita de Lisieux, que vivió solamente por amor a Él.
Ella fue una mujer enamorada de Jesús, en su consagración religiosa tomó ese voto, había experimentado esa intimidad con Jesús y sintió como había desaparecido, no fue una crisis de fe, fue una PRUEBA de fe. No hubo ni un solo segundo en el que ella pensara "tal vez Dios no exista", no fue nada de eso, creo que siendo una prueba de fe, fue más aún una prueba de Amor. Ella quería amar a Jesús, pero a Jesús crucificado.
Después decía que la pobreza más grande es "no sentirse amado, querido, o que nadie se preocupa por nosotros" y eso es lo que experimentaba en su relación con Jesús, el aspecto que une todos los elementos de su vida "La sed de Jesús en la Cruz", por eso en cada capilla de los Misioneros y Misioneras de la Caridad están escritas estas palabras "Tengo Sed".
Esta imagen de Sed quiere expresar la intensidad del anhelo de Jesús, de Su amor por nosotros y también lo que quiere nuestra salvación y nuestra santificación. La Madre hablaba de su sed dolorosa. Y como respuesta a este intenso amor de Jesús por nosotros, ella quería responder con todo su amor posible, por eso decía que el fin de la Congregación era:- "Saciar la sed de Jesús en la Cruz por amor y por las almas"-.
Su relación personal con Jesús fue la manera de saciar la sed de Jesús por amor a El, saciar la sed que Jesús sentía por las almas al servir a los pobres. Cuando estamos hablando de la noche oscura, especialmente en los años después de su unión con Jesús, en que estaba viviendo como Misionera de la Caridad, fue su manera de vivir su unión con Jesús.
Hay otros santos, como Sta. Teresita de Jesús que también experimentaron una noche oscura como parte o después de su unión mística, y por eso no es simplemente la noche oscura, es la noche oscura como manera de vivir la unión, llegando a esta unión contemplativa, se puede vivir en varios momentos o ritmos, consolación, alegría de experimentar esta unión, pueden ser también momentos de sequedad y también un anhelo intenso de Dios.
La Madre en el año 58 ya no experimentó esta consolación de unión, y esto no significa que perdiera la fe, sino que vivió, como ella decía, una fe ciega, una fe pura. También habló de una unión continua, también escribió a un jesuita:-"No puedo decir que estoy distraída, porque mi mente y mi corazón, están continuamente con Dios"-.
Pero al inicio, en los años 50 aceptaba esta experiencia porque era para ella la voluntad de Dios para su persona, tal y como ella había profesado en su voto del año 42.Pero después de 11 años un jesuita, la ayudó a entender esta experiencia como parte de su vocación o como parte del carisma que había recibido, le dijo que:- "Era el legado espiritual de su labor"-.
Uno de estos los jesuitas le dijo que tal vez sería una ayuda para ella escribirle directamente a Jesús, por eso existen estas cartas, exactamente en una de ellas dice:- "En tu llamada me has dicho que tendría que sufrir mucho". Y cuando ella entendió eso, escribió que eso que ella había vivido era una pequeña parte del dolor que Jesús había experimentado en la Tierra y ahora Él quería tener esa experiencia a traves de ella, y por eso, más que nunca quería entregarse a Dios y a su voluntad.
1 comentario:
cierto, esta mujer ungida por Dios fué un gran instrumento entre sus manos y solo ruego a Dios que por su intercesión: YO SEA TAMBIEN UN INSTRUMENTO DE SU AMOR EN SUS MANOS.
DIOS BENDIGA A LOS QUE LO BUSCA CON SINCERO CORAZÓN
D.A.R. Colombia
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